El Consejo Colombiano de Seguridad – CCS comparte como referencia técnica la Guía de actuación para la implementación de comportamientos seguros y saludables, generadores de cultura preventiva y de excelencia con el fin de incorporar formas de pensar y analizar cuál ha sido el recorrido del concepto Prevención de Riesgos Laborales en nuestras empresas en estas últimas décadas, así como la implantación de comportamientos seguros y saludables en las mismas.
Guía de actuación para la implementación de comportamientos seguros y saludables, generadores de cultura preventiva y de excelencia
La resistencia al cambio es connatural al ser humano si bien el cambio es permanente en todos nosotros. Nos encontramos en la era de la información en la que algunos paradigmas de los siglos XIX y XX que venimos arrastrando no nos sirven, y por ello es preciso modificarlos. Se torna necesario incorporar formas de pensar que nos permitan un hacer distinto para convivir con estos nuevos marcos y reglas del juego y, de esta manera, responder a los desafíos del presente y de un futuro no tan lejano.
Incertidumbre, colaboración, transversalidad, integridad, confianza, flexibilidad, velocidad, conectividad, creatividad, innovación, curiosidad, movilidad, delegación, gestión por proyectos, medio ambiente, constante aprendizaje, humanización del trabajo, coraje, sentimiento de equipo, sostenibilidad, talento, excelencia… son conceptos que ya forman parte de nuestro vocabulario habitual y de la realidad de nuestras empresas.
Ante este marco, la verdadera revolución en este “cambio de era”, que no “era de cambios”, está en el pensamiento.
Cambiar no es modificar la forma en la que hacemos las cosas: se trata de reajustar, añadir otras variables y prismas que faciliten una forma diferente de abordar la realidad. Einstein afirmaba que es totalmente imposible responder a los desafíos nuevos con los esquemas mentales que los han creado.
Nos dirigimos, por tanto, de forma ineludible, hacia una sociedad que debe rescatar sus valores hacia el bien común, la construcción de un mundo mejor, desde la percepción de un ser humano integral con mente, corazón y espíritu, valor en el medio ambiente, en la persona… y a esta tendencia se unen empresas consideradas referentes y pioneras en sus sectores, donde su principal cometido hoy es el de aportar sentido y propósito hacia lo social. Autores como Drüker, Handy, Kofman y Senge, entre otros muchos, afirman taxativamente: “El objetivo de una empresa es dar servicio, aportar valor a la sociedad”. Pasamos, por tanto, del hambre material centrada en el HACER, al hambre de sentido, donde se unen el SER y el HACER.
Lo descrito hasta el momento nos permite poner el foco y analizar cuál ha sido el recorrido del concepto Prevención de Riesgos Laborales en nuestras empresas en estas últimas décadas, así como la implantación de comportamientos seguros y saludables en las mismas.
En estos últimos años, las circunstancias en que se desenvolvía la prevención de riesgos laborales en nuestro país nos obligaba a vivir en profunda contradicción. Mientras los avances han sido notorios y muchas empresas han sido capaces de integrar de manera eficaz la prevención a sus estrategias de calidad y eficiencia en el trabajo, con un creciente compromiso y responsabilidad social, existe aún un porcentaje de empresas, sobre todo pequeñas y micro, que viven alejadas de lo que representa la utilidad de la aplicación del marco reglamentario, que lo ven como una carga impositiva que poco aporta a los intereses empresariales.
¿Dónde puede estar la explicación a tanta dificultad? Puede responder a una limitada Cultura Preventiva en este país y también a lo siguientes:
•• Hemos pasado años buscando dónde estaba el bloqueo de la Acción Preventiva en las empresas, ahora es el momento de un mercado empresarial sostenible, que aspira a la excelencia, y el de buscar qué motiva a la empresa a actuar en prevención.
Escuchamos afirmaciones como “la Prevención es rentable”, pero…
–– ¿Podemos demostrarlo?
–– ¿Sabemos encontrar el beneficio?
–– Y lo que es más estratégico, ¿sabemos poner Valor a la Prevención que hacemos en nuestras empresas?
–– ¿Aprovechamos el impacto que tiene en nuestras estructuras el invertir en Seguridad y Salud?
•• Si bien algunos otros, sin saberlo y surgiendo casi de manera espontánea, en su búsqueda de eficiencia y dignidad en el trabajo contando con las personas, operan desde la prevención como resultado de una política de empresa que se compromete con tres asuntos de importancia capital: PERSONAS, CALIDAD e INNOVACIÓN.
Con este proyecto, pretendemos aprender de otras empresas que ya relacionan, de forma positiva, productividad con prevención, que nos ayudarán a identificar en nuestra Gestión Empresarial al “ROI Preventivo” como elemento de Competitividad.
La prevención y, en general, la atención a las condiciones de trabajo son precisamente una parte crucial de esa responsabilidad moral interna, que se fundamenta en la ética del trabajo, y es la que permite a las personas sentirse libres y desarrollarse humana y profesionalmente, aportando, junto a su buen hacer, su creatividad. Algo que es esencial para el desarrollo sostenible de las propias organizaciones.
Pero, ¿cómo lograr que la prevención avance significativamente en cada empresa con la que nos encontramos?
De la manera más natural posible, asentándola evidentemente sobre principios éticos consensuados y controlando su cumplimiento, integrándola a los otros sistemas de gestión con actividades sencillas, didácticas y de implantación gradual, pero sistematizadas, para que todos puedan descubrir sus ventajas y su contribución a los intereses personales (liderazgo, confianza, profesionalidad, etc.) y colectivos.
Hasta el momento, el paradigma con el que ha convivido la prevención se ha asociado conceptualmente al control, coste, lastre para la ejecución de las tareas encomendadas, auditorías, norma, certificación, etc., dando lugar a una prevención “aparente o documental” que finalmente ha traído consigo una falta de cultura preventiva en materia laboral, si bien ha dado fruto desde otros intereses.
Y esta paradoja tiene fácil explicación: se ha contemplado la Prevención de Riesgos Laborales desde la obligación y el control, ajena a la responsabilidad personal de cada miembro de la organización, sin fomentar la acción autónoma, alejada del compromiso, donde la implicación visible de mandos y cuadros directivos ha sido, en numerosas ocasiones, escasa.
Cambiar la cultura de una organización no es tarea sencilla; para las pequeñas y medianas empresas implica un importante esfuerzo. Las acciones que conduzcan a la promoción de redes empresariales donde se compartan experiencias de éxito es una buena forma de favorecer la expansión de la Cultura Preventiva.
Por todo lo descrito, parece necesario entonces un nuevo marco de Cultura Preventiva que pase por la implicación de sus protagonistas con más responsabilidad en las organizaciones, además de por una acción continua de información, formación y concienciación a los empleados, donde todos podamos percibir los beneficios personales, empresariales, estratégicos y sociales para generar así un cambio sostenible a largo plazo.
Es la forma de acercamos en la actualidad a los conceptos de Responsabilidad Social Corporativa y Excelencia empresarial.
Y, llegados a este punto, nos preguntamos: ¿Qué papel juega esta Excelencia Empresarial en la Cultura de la Prevención?
Son muchos los profesionales que a día de hoy enfocan su estilo de trabajo a la búsqueda de la perfección, lo que los convierte en máquinas generadoras de productos de altos costos rodeados frecuentemente de burocracia de escaso valor. Trabajar en un contexto de excelencia no buscará hacer la labor perfecta, sino “hacerla cada día mejor”.
Para ello nuestros directivos deben entender la necesidad de orientar un cambio a la hora de “dirigir” a sus colaboradores, orientando este cambio hacia el liderazgo centrado en la Excelencia.
Así se comprenderá la necesidad de convertirse en un generador de estímulos alineados con la Prevención, la Salud y la Seguridad y no en un emisor de instrucciones y órdenes; la necesidad de diferenciar el trabajo en grupo y el trabajo en equipo, sintiéndose un miembro más, con bondades, fortalezas y áreas de mejora puestas al servicio del propio equipo.
Hablar de EXCELENCIA, en ocasiones, resulta ser un llover sobre mojado por cuanto al buscar el término en diccionarios, obras literarias o páginas web, encontraremos diversas definiciones que van desde una forma de trato o reconocimiento de la nobleza hasta un atributo de acción.
En esta ocasión, el abordaje del concepto se lleva a cabo desde una visión gerencial, que abre las puertas a Estilos de dirección y Liderazgos Exitosos, conjugando los términos LIDERAZGO y EXCELENCIA EMPRESARIAL.
Durante todo el proceso de elaboración de este estudio hemos querido destacar cómo en la actualidad, y cada vez con mayor frecuencia, en las organizaciones existe una necesidad de crecimiento y consolidación de su Cultura Preventiva en respuesta a las exigencias, tanto del actual marco jurídico como del propio entorno de mercado en el que están inmersas.
Así lo experimentan y nos lo han trasladado las empresas que han colaborado en este estudio. Y que han entendido que las expectativas de sus “Stakeholders” está en visibilizar que su compromiso con la seguridad y salud va mucho más allá del cumplimiento formal y documental de la prevención.
¿Cómo podremos satisfacer estas expectativas? Únicamente si creamos espacios de trabajo que sean “saludables” para nuestros trabajadores y que puedan prevenir enfermedades y dolencias causadas por el trabajo, combinando esto como hemos comentado con la mejora de la productividad y de la competitividad, para demostrar así la Nueva ética y estética de la empresa Sostenible y Excelente.
La identidad cultural de una organización corresponde al resultado de un proceso vital en el que predominan unos valores culturales sobre otros, que condicionan las pautas de conducta en las personas que forman parte de la empresa.
Para que esta Cultura Preventiva crezca, la compañía debe tener perfectamente identificados y socializados los valores de los cuales dependerá su éxito empresarial.
Únicamente de este modo, las personas que la integran podrán comprometerse con esos valores que ayudarán a la asunción de una tolerancia cero a los accidentes y a las causas que los originan.
Uno de los principales factores de este proceso de crecimiento y consolidación es el desarrollo de un liderazgo preventivo y participativo a través de acciones encaminadas a la contribución de la Seguridad y Salud en las distintas áreas estratégicas de gestión empresarial, posibilitando así el fortalecimiento de los compromisos empresariales y la mejora de la Cultura Preventiva en aspectos líderes de sostenibilidad empresarial. De esa manera nos sumamos a la definición de Empresa Saludable que referencia la World Health Organization:
“Un lugar de trabajo saludable es aquel en que trabajadores y directivos colaboran en el uso de un proceso de mejora continua para proteger y promover la salud, la seguridad y el bienestar de todos los trabajadores, así como la sostenibilidad del lugar de trabajo, basándose en necesidades identificadas que consideran los siguientes aspectos:
• La salud y seguridad en lo que respecta al entorno físico de trabajo.
• La salud, la seguridad y el bienestar en relación con el entorno psicosocial de trabajo, incluyendo la organización del trabajo y la cultura organizativa.
• Recursos personales de salud en el lugar de trabajo (apoyando y estimulando estilos de vida saludable).
• Sistemas de participación en la comunidad para mejorar la salud de los trabajadores, sus familias y miembros de la comunidad”.
Y, sobre esta definición, construiremos las bases de la investigación y prospección de experiencias en las empresas colaboradoras, que nos llevarán a corroborar los atributos de éxitos a destacar en nuestra Guía Pedagógica para diseñar estrategias que promuevan comportamientos seguros y saludables que sean generadores de Cultura Preventiva y Excelencia.
A continuación, lee el documento completo sobre la «Guía de actuación para la implementación de comportamientos seguros y saludables, generadores de cultura preventiva y de excelencia»:
Fuente: Ministerio de Trabajo y Economía Social. Gobierno de España.