Cada país, ciudad y comunidad debería basar las decisiones sobre la celebración de eventos públicos en los últimos datos disponibles, señala la agencia de la ONU encargada de velar por la salud en el continente americano.
La Organización Panamericana de la Salud recomendó este miércoles a los países que experimentan una transmisión generalizada de COVID-19 que consideren seriamente la posibilidad de posponer o reducir las reuniones masivas, como las procesiones religiosas, los mercados navideños y los servicios en las iglesias.
“Este no es el momento de ser anfitrión de ninguna reunión multitudinaria”, destacó el doctor Jarbas Barbosa, subdirector de la Organización, durante su encuentro semanal con los medios de comunicación donde se analiza la situación de la COVID-19 en el continente americano.
“Cada país, ciudad y comunidad debería basar las decisiones sobre la celebración de eventos públicos en los últimos datos disponibles – especialmente los datos que muestran dónde se está propagando el virus y si los sistemas de salud tienen suficiente capacidad para mantenerse al día con los casos”.
Añadió que “independientemente de la ubicación, los servicios religiosos deberían celebrarse de manera diferente este año. Deberían celebrarse al aire libre cuando sea posible o limitar su tamaño cuando no lo sea”, indicó.
Con relación a las personas que viajarán durante estas celebraciones dijo que las pruebas de COVID-19 son una herramienta importante para rastrear y combatir la propagación del virus, pero que hay que ser cautelosos para que las pruebas no nos den una falsa sensación de seguridad.
“Pueden pasar unos días antes de que una prueba diagnóstica detecte una infección por COVID-19, así que, si una prueba se hace demasiado pronto, una persona puede dar negativo mientras sigue estando infectada y contagiando a otros”, explicó.
Ante esta realidad, la Organización no recomienda depender de las pruebas de laboratorio para las personas que viajen.
El porcentaje de efectividad de la vacuna no es el único elemento que valorar
La Organización Mundial de la Salud no ve diferencias entre las vacunas contra la COVID-19 anunciadas que al final de la tercera fase de ensayos clínicos reportan diversos grados de efectividad por encima del 90%.
“No hay diferencias. Una vacuna con más del 90% de eficacia es una buena vacuna”, señaló el doctor Marcos Espinal, director del Departamento de Enfermedades Transmisibles.
Sin embargo, destacó que no solo hay que tener en cuenta la eficacia sino otros elementos como la cadena de frío, ya que alguna de ellas, como la de la farmacéutica Pfizer, se ha de almacenar a una temperatura muy bajas y no todos los países están para ello; los precios de todas las vacunas anunciadas; o los métodos (material genético, ADN u otros).
“De ahí que lo importante es que nos ayudemos con mecanismos establecidos como el Fondo Rotatorio de la Organización Panamericana de la Salud el Mecanismo Covax porque nos van a asesorar a los países en cuales son las mejores opciones, pero no pensar que solamente la única característica (para tener en cuenta) es la eficacia de la vacuna”, destacó.
Prioridades de vacunación
Barbosa destacó que la primera tanda de vacunación ha de corresponder al personal sanitario ya “que es el personal de primera línea”, junto a los bomberos y los maestros, un grupo que la Organización cree que representa un total del 3% de la población de cada país.
El siguiente grupo, que representa a un 17% de la población en cada nación, incluye a personas mayores de sesenta y cinco años o más, ya que tienen un alto riesgo de presentar un caso grave de la COVID-19.
A continuación, el conjunto de un 20% de personas de cada país de entre 30 y 40 años que sufren afecciones subyacentes, como los diabéticos, los hipertensos, los enfermos de cáncer o los pacientes de enfermedades crónicas.
Por su parte, el doctor Sylvain Aldighieri, gerente de incidencias de la Organización, indicó que, en teoría, el porcentaje que para lograr la inmunización colectiva contra la COVID-19 es necesario vacunar a un umbral de personas que oscila entre el 60% y el 70% de la población, pero que se desconoce el número de personas que ya es inmune.
Huracanes Eta e Iota
La situación en los países de América Central afectados por los huracanes Eta e Iota “es difícil”, destacó el doctor Espinal que cifró en ocho millones el número de afectados, más de 653.000 el número de evacuados y 640 la cifra de centros sanitarios afectados.
A estas altas cifras añadió los millares de personas en los refugios en condiciones no necesariamente aceptables frente a la pandemia del coronavirus.
“Para resumir podemos decir que uno de los programas más afectados ha sido específicamente el sistema de vigilancia (…) la notificación de casos de COVD-19 cunado Eta afectó a Honduras, Nicaragua y el resto de los países de América Central cayó drásticamente el número de casos notificados, e incluso después del huracán Iota la notificación bajó”, explicó.
Venezuela participa en el Fondo Rotatorio, pero tiene problemas presupuestarios
El doctor Ciro Ugarte, director de emergencias de salud, confirmó la presencia de Venezuela desde hace años en el Fondo Rotatorio de la Organización para la adquisición de vacunas.
“Sin embargo, debido a la situación actual de Venezuela, el país no ha podido hacer el pago por la compra de vacunas y en este momento la deuda acumulada es de unos 11 millones de dólares aproximadamente. Entonces, no es posible comprar vacunas a través del Fondo Rotatorio para Venezuela en este momento, a pesar de que se había incrementado el crédito para el país”, señaló.
Pese a esta situación, Ugarte indicó que tanto la Organización como UNICEF “están apoyando a Venezuela en la adquisición de vacunas” y que se consiguieron donaciones de “otras fuentes”.
El apoyo técnico y logístico busca aumentar las coberturas de inmunización en el país “a través del fortalecimiento de la vacunación de rutina y también de campañas de vacunación”.
Al mismo tiempo, indicó que actualmente la Organización apoya “a toda la red de inmunizaciones del ministerio de Salud con el despliegue a los veinticuatro estados, con profesionales que en los próximos meses estarán a la dedicación exclusiva para fortalecer el programa ampliado de inmunizaciones”.
Fuente: Organización Panamericana de la Salud – OPS.